Con un diseño inspirado en los automóviles en el exterior y unos interiores modernos el nuevo yate de lujo de ROSSINAVI EIV de 50 metros de eslora ofrece modernidad, máxima comodidad y elegancia
¿Se trata de un yate de lujo inspirado en un coche? Parece un tópico, pero no lo es. Al acercarse en la embarcación auxiliar, asegúrese de hacer un circuito que le lleve frente a la proa de este tour de force de 50 metros de eslora de Rossinavi. Desde ese punto de vista: el trabajo de rejilla de acero inoxidable brillante en la parte superior de la roda; el contorno de las anclas; los baluartes blancos de gran tamaño como un parachoques; y esa costosa pintura plateada. Todo ello susurra coupé de lujo.
Muchos detalles de estilo, como la larga “espada” cortada en la superestructura bajo la ventana del salón superior, sugieren una influencia automovilística.
“Recordando el sofisticado estilo automovilístico italiano y con una estética de diseño cautivadora, el EIV es realmente como un gran coupé: deportivo, elegante y eficaz”, dice el diseñador Enrico Gobbi, del estudio veneciano Team for Design. “Tiene un capó alargado y una superestructura replegada típica de los coches rápidos”. ¿Qué coche? Quiero saberlo, aunque ya tengo una buena idea. “El Bentley Continental GT”, confirma Gobbi.
Es una pieza de diseño inteligente porque se siente inmediatamente reconocible, pero no hay ningún elemento que provenga directamente del Bentley. Es más bien una serie de insistentes sugerencias. El tema automovilístico se ve reforzado por la curva de la proa invertida y la inclinación aerodinámica de los amplios ventanales del puente de mando, así como el solárium de perfil bajo y la insinuación de un alerón trasero en los voladizos de las cubiertas de popa.
No es una sorpresa saber que el EIV (como en E-Four, abreviatura del sistema eléctrico de tracción a las cuatro ruedas) ha sido diseñado con un estilo musculoso, agresivo y moderno. Tampoco que se trate de su cuarta embarcación. Lo que sí sorprende es que sea su primer yate personalizado.
El representante del propietario y director del proyecto, Dean Anthony, de Allied Marine, con sede en Florida, explica la aparente contradicción con claridad. “El propietario y yo pasamos tres años ideando su visión. Hicimos muchas averiguaciones, visitando múltiples astilleros en Europa”.